Editorial

La Pancarta tiene como objeto difundir y generar cierto feedback entre quienes tengan intereses por el arte, el cine, la cultura y principalmente la comunicación. La política internacional nunca deja de ser un dialogo obligado entre amigos y conocidos, así que frente a los turbulentos cambios que esta presentando el escenario latinoamericano no dejan de ser bienvenidas todas las perspectivas que contribuyan a dar cuenta de las distintas problemáticas y sus formas de abordaje. Este espacio, humildemente, prestará especial atención a un aspecto en particular: La Sociedad de la Información (SI) -en tanto nueva fase de la historia- donde se ponen en juego y reconfiguran los planos de lo global, lo regional y lo local. Las desigualdades presentes respecto a las brechas digitales no son, por cierto, las más urgentes, en un contexto de hambre y exclusión. Sin embargo, prestar atención a dichos aspectos -y su especial reflexión acerca de las influencias de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs)-, permitirá plantear un debate acerca de lo queremos para nuestras sociedades latinoamericanas.En tal sentido algunos links de La Pancarta proponen continuar dichas reflexiones.Por ultimo, hay elementos personales y de gusto propio que se encuentran dispersos en este espacio, fruto del capricho de quién le escribe. Sepan compartirlo y por ende, disculparme.



Edgardo Portale
Marzo del 2008

viernes, 18 de julio de 2008

Cuentos seleccionados: Macario, de Juan Rulfo




Macario

Estoy sentado junto a la alcantarilla aguardando a que salgan las ranas. Anoche, mientras estábamos cenando, comenzaron a armar el gran alboroto y no pararon de cantar hasta que amaneció. Mi madrina también dice eso: que la gritería de las ranas le espantó el sueño. Y ahora ella bien quisiera dormir. Por eso me mandó a que me sentara
aquí, junto a la alcantarilla, y me pusiera con una tabla en la mano para que cuanta rana saliera a pegar de brincos afuera, la apalcuachara a tablazos... Las ranas son verdes de todo a todo, menos en la panza. Los sapos son negros. También los ojos de mi madrina son negros. Las ranas son buenas para hacer de comer con ellas. Los sapos no se comen; pero yo me los he comido también, aunque no se coman, y saben igual que las ranas. Felipa es la que dice que es malo comer sapos.


Felipa tiene los ojos verdes como los ojos de los gatos. Ella es la que me da de comer en la cocina cada vez que me toca comer. Ella no quiere que yo perjudique a las ranas. Pero, a todo esto, es mi madrina la que me manda a hacer las cosas... Yo quiero más a Felipa que a mi madrina. Pero es mi madrina la que saca el dinero de su bolsa para que Felipa compre todo lo de la comedera. Felipa sólo se está en la cocina arreglando la comida de los tres. No hace otra cosa desde que yo la conozco. Lo de lavar los trastes a mí me toca. Lo de acarrear leña para prender el fogón también a mí me toca. Luego es mi madrina la que nos reparte la comida. Después de comer ella, hace con sus manos dos montoncitos, uno para Felipa y otro para mí. Pero a veces Felipa no tiene ganas de comer y entonces son para mí los dos montoncitos. Por eso quiero yo a Felipa, porque yo siempre tengo hambre y no me lleno nunca, ni aun comiéndome la comida de ella. Aunque digan que uno se llena comiendo, yo sé bien que no me lleno por más que coma todo lo que me den. Y Felipa también sabe eso... Dicen en la calle que yo estoy loco porque jamás se me acaba el hambre. Mi madrina ha oído que eso dicen. Yo no lo he oído. Mi madrina no me deja salir solo a la calle. Cuando me saca a dar la vuelta es para llevarme a la iglesia a oír misa. Allí me acomoda cerquita de ella y me amarra las manos con las barbas de su rebozo. Yo no sé por qué me amarra mis manos; pero dice que porque dizque luego hago locuras. Un día inventaron que yo andaba ahorcando a alguien; que le apreté el pescuezo a una señora nada más por nomás. Yo no me acuerdo. Pero, a todo esto, es mi madrina la que dice lo que yo hago y ella nunca anda con mentiras. Cuando me llama a comer, es para darme mi parte de comida, y no como otra gente que me invitaba a comer con ellos y luego que me les acercaba me apedreaban hasta hacerme correr sin comida ni nada. No, mi madrina me trata bien. Por eso estoy contento en su casa. Además, aquí vive Felipa. Felipa es muy buena conmigo. Por eso la quiero... La leche de Felipa es dulce como las flores del obelisco. Yo he bebido leche de chiva y también de puerca recién parida; pero no, no es igual de buena que la leche de Felipa... Ahora ya hace mucho tiempo que no me da a chupar de los bultos esos que ella tiene donde tenemos solamente las costillas, y de donde le sale, sabiendo sacarla, una leche mejor que la que nos da mi madrina en el almuerzo de los domingos... Felipa antes iba todas las noches al cuarto donde yo duermo, y se arrimaba conmigo, acostándose encima de mí o echándose a un ladito. Luego se las ajuareaba para que yo pudiera chupar de aquella leche dulce y caliente que se dejaba venir en chorros por la lengua... Muchas veces he comido flores de obelisco para entretener el hambre. Y la leche de Felipa era de ese sabor, sólo que a mí me gustaba más, porque, al mismo tiempo que me pasaba los tragos, Felipa me hacia cosquillas por todas partes. Luego sucedía que casi siempre se quedaba dormida junto a mí, hasta la madrugada. Y eso me servía de mucho; porque yo no me apuraba del frío ni de ningún miedo a condenarme en el infierno si me moría yo solo allí, en alguna noche... A veces no le tengo tanto miedo al infierno. Pero a veces sí. Luego me gusta darme mis buenos sustos con eso de que me voy a ir al infierno cualquier día de éstos, por tener la cabeza tan dura y por gustarme dar de cabezazos contra lo primero que encuentro. Pero viene Felipa y me espanta mis miedos. Me hace cosquillas con sus manos como ella sabe hacerlo y me ataja el miedo ese que tengo de morirme. Y por un ratito hasta se me olvida... Felipa dice, cuando tiene ganas de estar conmigo, que ella le cuenta al Señor todos mis pecados. Que irá al cielo muy pronto y platicará con Él pidiéndole que me perdone toda la mucha maldad que me llena el cuerpo de arriba abajo.

Ella le dirá que me perdone, para que yo no me preocupe más. Por eso se confiesa todos los días. No porque ella sea mala, sino porque yo estoy repleto por dentro de demonios, y tiene que sacarme esos chamucos del cuerpo confesándose por mí. Todos los días. Todas las tardes de todos los días. Por toda la vida ella me hará ese favor. Eso dice Felipa. Por eso yo la quiero tanto... Sin embargo, lo de tener la cabeza así de dura es la gran cosa. Uno da de topes contra los pilares del corredor horas enteras y la cabeza no se hace nada, aguanta sin quebrarse. Y uno da de topes contra el suelo; primero despacito, después más recio y aquello suena como un tambor. Igual que el tambor que anda con la chirimía, cuando viene la chirimía a la función del Señor. Y entonces uno está en la iglesia, amarrado a la madrina, oyendo afuera el tum tum del tambor... Y mi madrina dice que si en mi cuarto hay chinches y cucarachas y alacranes es porque me voy a ir a arder en el infierno si sigo con mis mañas de pegarle al suelo con mi cabeza. Pero lo que yo quiero es oír el tambor. Eso es lo que ella debería saber. Oírlo, como cuando uno está en la iglesia, esperando salir pronto a la calle para ver cómo es que aquel tambor se oye de tan lejos, hasta lo hondo de la iglesia y por encima de las condenaciones del señor cura...: "El camino de las cosas buenas está lleno de luz. El camino de las cosas malas es oscuro." Eso dice el señor cura... Yo me levanto y salgo de mi cuarto cuando todavía está a oscuras. Barro la calle y me meto otra vez en mi cuarto antes que me agarre la luz del día. En la calle suceden cosas. Sobra quién lo descalabre a pedradas apenas lo ven a uno. Llueven piedras grandes y filosas por todas partes. Y luego hay que remendar la camisa y esperar muchos días a que se remienden las rajaduras de la cara o de las rodillas. Y aguantar otra vez que le amarren a uno las manos, porque si no ellas corren a arrancar la costra del remiendo y vuelve a salir el chorro de sangre. Ora que la sangre también tiene buen sabor aunque, eso sí, no se parece al sabor de la leche de Felipa... Yo por eso, para que no me apedreen, me vivo siempre metido en mi casa. En seguida que me dan de comer me encierro en mi cuarto y atranco bien la puerta para que no den conmigo los pecados mirando que aquello está a oscuras. Y ni siquiera prendo el ocote para ver por dónde se me andan subiendo las cucarachas. Ahora me estoy quietecito. Me acuesto sobre mis costales, y en cuanto siento alguna cucaracha caminar con sus patas rasposas por mi pescuezo le doy un manotazo y la aplasto. Pero no prendo el ocote. No vaya a suceder que me encuentren desprevenido los pecados por andar con el ocote prendido buscando todas las cucarachas que se meten por debajo de mi cobija... Las cucarachas truenan como saltapericos cuando uno las destripa. Los grillos no sé si truenen. A los grillos nunca los mato. Felipa dice que los grillos hacen ruido siempre, sin pararse ni a respirar, para que no se oigan los gritos de las animas que están penando en el purgatorio. El día en que se acaben los grillos, el mundo se llenará de los gritos de las ánimas santas y todos echaremos a correr espantados por el susto. Además, a mí me gusta mucho estarme con la oreja parada oyendo el ruido de los grillos. En mi cuarto hay muchos. Tal vez haya más grillos que cucarachas aquí entre las arrugas de los costales donde yo me acuesto. También hay alacranes. Cada rato se dejan caer del techo y uno tiene que esperar sin resollar a que ellos hagan su recorrido por encima de uno hasta llegar al suelo. Porque si algún brazo se mueve o empiezan a temblarle a uno los huesos, se siente en seguida el ardor del piquete. Eso duele. A Felipa le picó una vez uno en una nalga. Se puso a llorar y a gritarle con gritos queditos a la Virgen Santísima para que no se le echara a perder su nalga. Yo le unté saliva. Toda la noche me la pasé untándole saliva y rezando con ella, y hubo un rato, cuando vi que no se aliviaba con mi remedio, en que yo también le ayudé a llorar con mis ojos todo lo que pude... De cualquier modo, yo estoy más a gusto en mi cuarto que si anduviera en la calle, llamando la atención de los amantes de aporrear gente. Aquí nadie me hace nada. Mi madrina no me regaña porque me vea comiéndome las flores de su obelisco, o sus arrayanes, o sus granadas. Ella sabe lo entrado en ganas de comer que estoy siempre. Ella sabe que no se me acaba el hambre. Que no me ajusta ninguna comida para llenar mis tripas aunque ande a cada rato pellizcando aquí y allá cosas de comer. Ella sabe que me como el garbanzo remojado que le doy a los puercos gordos y el maíz seco que le doy a los puercos flacos. Así que ella ya sabe con cuánta hambre ando desde que me amanece hasta que me anochece. Y mientras encuentre de comer aquí en esta casa, aquí me estaré. Porque yo creo que el día en que deje de comer me voy a morir, y entonces me iré con toda seguridad derechito al infierno.
Y de allí ya no me sacará nadie, ni Felipa, aunque sea tan buena conmigo, ni el escapulario que me regaló mi madrina y que traigo enredado en el pescuezo... Ahora estoy junto a la alcantarilla esperando a que salgan las ranas. Y no ha salido ninguna en todo este rato que llevo platicando. Si tardan más en salir, puede suceder que me duerma, y luego ya no habrá modo de matarlas, y a mi madrina no le llegará por ningún lado el sueño si las oye cantar, y se llenará de coraje. Y entonces le pedirá, a alguno de toda la hilera de santos que tiene en su cuarto, que mande a los diablos por mí, para que me lleven a rastras a la condenación eterna, derechito, sin pasar ni siquiera por el purgatorio, y yo no podré ver entonces ni a mi papá ni a mi mamá que es allí donde están... Mejor seguiré platicando... De lo que más ganas tengo es de volver a probar algunos tragos de la leche de Felipa, aquella leche buena y dulce como la miel que le sale por debajo a las flores del obelisco...


Juan Rulfo
(México, 1918-1986)
Macario. Originalmente publicado en la revista América Nº 48, junio, 1946. (El llano en llamas, 1953)





Una sola novela, Pedro Páramo, y un libro de relatos, El llano en llamas, publicados ambos en la década de los cincuenta, bastaron para colocar a JUAN RULFO en la cima de la literatura en lengua castellana y convertirlo en uno de los principales impulsores del movimiento de renovación que tuvo lugar por entonces en la literatura hispanoamericana.

jueves, 17 de julio de 2008

Opinión


TREN BALA: UN PROYECTO IMPOPULAR Y POCO NACIONAL

El pasado 5 de junio Ricardo Jaime, secretario de Transporte de la Nación, en una reunión que mantuvo en la sede de la Secretaría de Transporte con el intendente de Mar del Plata, Gustavo Pulti, el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, y el intendente de Córdoba, Daniel Giacomino, aseguró que “en 30 días se realizará la apertura del sobre Nº 2 de la licitación del Tren Rápido que unirá Capital Federal con Mar del Plata" (1). Dos proyectos que puede decirse que son uno solo: el tren rápido que unirá Mar del Plata con Buenos Aires y el tren bala con el recorrido Buenos Aires – Rosario – Córdoba.

El proyecto del tren bala y su apéndice, el tren rápido, son gastos innecesarios en un país que se sumerge en la pobreza. O incluso podría decirse insuficientes bajo el supuesto sistema económico keynesiano que se patrocinaría desde el Gobierno Nacional.

John Maynard Keynes, a través de su obra principal, “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero”, explica y aboga por políticas económicas activas por parte del gobierno para estimular la demanda en tiempos de elevado desempleo, por ejemplo a través de gastos en obras públicas. Su teoría influyó en el New Deal aplicado por Franklin D. Roosevelt a partir de 1938, llamada pump priming, y aprobada por el presidente Herbert Hoover (2). Y, a través de la campaña presidencial, promovida como modelo económico por Néstor Kirchner y luego por su mujer, Cristina Fernández de Kirchner.

Sin embargo, una sola obra en la que se emitieron bonos de deuda por € 2.500 millones para financiar el tren bala, a través del Banco Natixis (3), no es para nada parecido al modelo exhibido por Keynes, que recomendaba “contratar un obrero para que cave un pozo y otro para que lo tape”. Por un lado, Diputados de la oposición se han quejado del estado lamentable del servicio ferroviario en el Conurbano, y reclamaron la re-estatización, contra lo que es el proyecto del tren bala (4). También se opusieron sindicalistas (5). Por el otro, en el caso de la oposición, cabe destacar lo dicho por una política sin cargos gubernamentales, Elisa Carrio: “Este proyecto es un escándalo y una humillación para el pueblo argentino que viaja como ganado. Este tren va a ser un símbolo de la corrupción del gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner” (6).

Para concluir, quisiera sellar en palabras que para nada concuerdan las políticas keynesianas de desarrollo económico, reducción del desempleo y aumento del ahorro de los ciudadanos con lo hecho únicamente con este tren bala. Caminaría este proyecto junto a otros por la misma vía, sería practicable, si además se mejoraran los servicios públicos en general aplicando mano de obra nacional por parte de los Tres Poderes que representan al Gobierno.


Juan Pablo Martínez
Escritor y periodista


(1) http://www.servicioslacapital.com.ar/historico/noticia.asp?id=200806055213
(2) htt
p://es.wikipedia.org/wiki/Keynes#Teor.C3.ADa_General_del_Empleo.2C_el_Inter.C3.A9s_y_el_Dinero (3) http://www.servicioslacapital.com.ar/historico/noticia.asp?id=200804042438
(4)
http://www.servicioslacapital.com.ar/historico/noticia.asp?id=200805055215
(5) h
ttp://www.servicioslacapital.com.ar/historico/noticia.asp?id=200805040636
(6) http://www.servicioslacapital.com.ar/historico/noticia.asp?id=200804300654

lunes, 14 de julio de 2008

Por los medios



Web 3.0, la semántica



El futuro de Internet reactualiza la eterna discusión entre apocalípticos e integrados. ¿La Web semántica sera un nuevo fracaso de la Inteligencia Artificial o su triunfo definitivo? Las primeras respuestas pueden buscarse en los pocos sitios que declaran estar aprovechando las primeras herramientas de la Web 3.0. Uno de ellos es Twine, una red social de conocimiento que permite buscar, descubrir, ordenar y compartir información a partir de los propios intereses. Allí uno puede guardar sus mails o sus páginas favoritas, y Twine, entre otras cosas, identifica el nombre de las personas, lugares o empresas, generando automaticamente links valiosos dentro y fuera del propio sitio.


A mediados de los 90 nacía la Web 1.0: información digitalizada online y relacionada mediante links. Por ejemplo, la Enciclopedia Brítanica, accesible desde cualquier computadora conectada a Internet. A principio de este siglo, con la Web 2.0. nace el poder de las redes sociales y se multiplica la interactividad y el valor de las comunidades online. Wikipedia, con sus mas de 10 millones de artículos en 253 idiomas, revelan la riqueza de un conocimiento generado por miles de usuarios.



Sin embargo, ya en 1998 Tim Berner Lee, creador de la Word Wide Wibe, escribía sobre la "Web semántica". El concepto fundamental de esta versión que recién esta dando sus primeros pasos se basa en el desarrollo de un lenguaje que permite añadir metadatos semánticos a todo lo que se encuentra online. Un ejemplo: cuando uno escribe la palabra "carta" en Google, el buscador identifica las páginas web en las que esa palabra se repite. Pero el actual lenguaje de programación le impide distinguir si se trata de una carta de póquer, una carta manuscrita, una carta natal o una carta de vinos. La Web 3.0. le permitiría a los buscadores discernir de que tipo de contenido se trata, a partir de los metadatos.
Frente a las promesas de la Web 3.0. los apocalípticos dicen que las herramientas semánticas se encontrarán con una limitación: el lenguaje de la lógica formal como construcción matemática es presa de la metonimia, porque no comprende la metáfora.
Los integrados, por su parte, aseguran que estamos ante la aplicación útil y concreta de una nueva etapa de la Inteligencia Artificial. La realidad, como siempre, posiblemente se escurra en algún lugar entre ambas partes.




Fuente: Revista ADN, Sábado 12 de Julio de 2008.





miércoles, 2 de julio de 2008

Otra mirada al conflicto del campo


Clarín, Telefónica y las retenciones al agro

El principal multimedios argentino se enfrenta al grupo Telefónica en la batalla del triple play

Un nuevo capítulo del conflicto agrario


El conflicto que mantiene el gobierno de la presidenta CFK luego de fijar un nuevo tope para las retenciones a las exportaciones –que alcanzaron el máximo del 45%– generó una crisis económica y política que actualmente esta siendo zanjada en el congreso.


Los cortes de las rutas, el lock out impulsado por el campo, las declaraciones y protestas de distintos sectores sociales (que tuvieron como máximos referentes a Luís D ‘Elia y Alfredo de Angelis), la suba de precios y el tratamiento mediático del tema merecen una reflexión y una relectura para entender las posiciones que mantienen los distintos actores en el conflicto.



TN = TODO NEGATIVO


No es casual que en el bullicio de los días del conflicto un hecho no menor, en la pelea por las retenciones, hayan sido las pancartas que aparecieron en un acto Kirchnerista haciendo alusión al multimedios de Ernestina Herrera de Noble.



En una clara estrategia política –dirigida por la agrupación juvenil La Campora que lidera Máximo Kirchner, hijo mayor de la presidenta– el gobierno le apunto sus cañones al grupo Clarín, divorciándose de quien fuera su aliado durante la anterior gestión del presidente Néstor Kirchner (recordemos que el ex presidente favoreció al multimedio frente a sus acreedores sancionando la Ley 25.750 de Protección de Bienes Culturales, conocida como “Ley Clarín”).

“Clarín miente”, “TN= TODO NEGATIVO”, “TN= TODO NEGOCIOS”, ya no eran consignas que solamente se leían en las banderas partidarias, sino que se transformaron en afiches y calcos e inundaron las carteleras de la ciudad. A la campaña de publicidad visual se le agregaron las declaraciones de Luís D`Elia en el programa de TN que conducen Marcelo Bonelli y Gustavo Silvestre “A dos voces” quién ratifico el carácter de parcial y tendencioso que tuvo Clarín en el tratamiento del conflicto acusando al multimedio de mentiroso y golpista.


Por qué se enfrentan Clarín y el Gobierno? Las claves del conflicto


La disputa que mantiene el grupo Clarín con el Gobierno tiene como escenario de fondo la sanción de una nueva Ley de Radiodifusión. La actual Ley de Nº 22.285 del año 1982, en rigor es un decreto-Ley sancionado durante el gobierno de facto de Jorge Rafael Videla. Desde aquel entonces, ningún gobierno se ha enfrentado directamente al poder que han concentrado los grandes medios. Por el contrario, han tejido alianzas y los han favorecido a través de las 202 resoluciones y decretos modificatorios posteriores firmados hasta la fecha (Mastrini; 2005). Incluso, el decreto 527/05 –que prorroga el plazo de las licencias y le agrega a los 25 años que otorgaba la ley, otros 10 años de gracia–, ha sido una medida que favoreció la concentración y el poder de los grupos transnacionales de medios, permitiéndoles acomodar sus negocios y finanzas a espaldas de la sociedad.

Más allá de las tibias declaraciones y solicitas de diferentes grupos de intelectuales, el tema nunca tuvo un tratamiento mediático ni generó un debate en la opinión pública.

El actual escenario de la convergencia permite que por las mismas plataformas (redes y terminales) se pueda ofrecer un servicio triple play de Televisión Digital Terrestre (TDT), Banda ancha y Telefonía fija, a través de un cable de fibra óptica y pagando un único abono mensual. Las actuales plataformas están en manos de las empresas de telecomunicaciones quienes vienen librando una batalla para poder transmitir –a través de sus redes– contenidos audiovisuales. Por otra parte, tambien niegan sus plataformas para que nuevos players puedan ingresar al sector.

La actual legislación prohíbe que una empresa licenciataria de servicio básico (LSB) pueda acceder a una licencia de radiodifusión. Por ello la ley 26.053 ratifica la incompatibilidad de prestar servicios de radiodifusión a las LSB.

Esto ha generado diversos impedimentos para que el grupo Telefónica –que ya controla, a través de un atajo burocrático las licencias del Canal 11 de Buenos Aires, Radio Continental y Canal 5 de Rosario–, pueda ingresar de lleno al mercado de la radiodifusión argentina.

Estos servicios convergentes ya los brinda Telefónica de España a través de Imagenio TV y en Chile a través de Mega Cable. Esto significa que, utilizando la plataforma que ya tiene instalada, Telefónica Internacional –a través de su filial argentina– podría desembarcar con contenidos audiovisuales, ofrecer Triple Play y aumentar la concentración económica en Latinoamérica, si la futura Ley de Radiodifusión permitiese que las LSB accedieran a licencias de radiodifusión.

Clarín, principal multimedios argentino, con presencia en todo el país a través de diferentes diarios del interior, la reciente fusión y compra de Multicanal a Cablevisión (que constituye un claro ejemplo de monopolio violando la ley, pero con el visto bueno de Alberto Fernández), y distintas emisoras de radio y TV, se vería gravemente perjudicado, ya que la relación de fuerzas entre el gigante español y el grupo local es más de 6 veces superior en facturación y presencia local.

Así las cosas y, como sostienen analistas y consultores especializados, el gobierno, en relación al conflicto agrario, podría “castigar” al Grupo Clarín, vetándole la fusión Multicanal y Cablevisión y sancionar una nueva Ley de Radiodifusión que contemple una “Licencia Única” para telecomunicaciones y broadcasting.

Este desarrollo intentaría explicar porque el grupo Clarín arremete fuerte contra el gobierno en el conflicto agrario, y libra una batalla contrarreloj para proteger sus intereses económicos.




Edgardo Portale
Junio del 2008